Tras el largo periodo de crecimiento que experimentó la economía española desde la crisis de principios de los años 90, nuestro país sufre una caída de sus índices macroeconómicos a partir del año 2008, dando paso a un largo periodo de recesión. Aunque esta caída puede asociarse a la fuerte influencia externa de la crisis mundial de liquidez, también debemos preguntarnos por el papel que desempeña España y su modelo económico en este proceso de recesión y analizar sus principales debilidades.
DEBILIDADES DE LA ECONOMÍA ESPAÑOLA
Uno de los principales problemas de España que impiden su crecimiento económico es su importante diferencia de inflación en comparación con la Unión Europea. Aunque esta diferencia se ha reducido, la inflación en España sigue siendo muy alta. Y esto presenta un problema porque, al pertenecer a una zona monetaria con cambios fijos y no poder realizar devaluaciones de la moneda como ocurría en el caso de la peseta, España no puede compensar la pérdida de competitividad producida por el diferencial de precios.
Otra debilidad importante es el bajo crecimiento de la productividad. También en comparación con la Unión Europea, algunos estudios apuntan a que la brecha de productividad de España respecto a la Unión Europea de 15 miembros se ha ampliado más de seis puntos en los últimos diez años ya que los países de la zona euro han crecido a tasas anuales del 1,3%, frente al 0,3% de España.
El aumento del déficit exterior también supone un importante desafío para la economía española. El resultado de esto es una pérdida de competitividad aún mayor. Así mismo, la subida del precio del petróleo también ha influido ya que el peso de nuestras exportaciones es mucho menor que el de nuestras importaciones.
Si a estos problemas unimos el mayor endeudamiento de los hogares por la disminución de la tasa de ahorro, las altas tasas de paro que estamos alcanzando, el aumento de los costes laborales, la incertidumbre que rodea al sector bancario y las políticas sociales de corto alcance que se llevan a cabo y que tienen un gran efecto reductor de los fondos púbicos, no cabe duda de la delicada situación de la economía española.
FORTALEZAS DE LA ECONOMÍA ESPAÑOLA
Pero no todo son inconvenientes para el modelo económico español, sino que también presenta algunos puntos fuertes como lo son un sector financiero robusto que en general ha demostrado solidez ante la crisis subprime, la expansión de empresas españolas por todo el mundo, sobretodo por América Latina y Asia y la posición ventajosa en algunos terrenos de innovación como, por ejemplo, las energías renovables, la bio-tecnología, el transporte y las pequeñas y medianas industrias tecnológicas.
Si a todo esto unimos algunos datos alentadores obtenidos en los últimos meses, como el crecimiento de la economía un 0.3% en el primer trimestre de este año y un 0.8% respecto al mismo periodo del año anterior, parece posible, aunque a pasos pequeños, la recuperación.
CONCLUSIONES
Aunque creo que algunos de los problemas de la economía española se escapan por ahora de nuestras manos, como es el caso de la alta inflación, otros sí podemos atajarlos y para ello se debería actuar sobre sus principales fotalezas. Si hay un sector digno de destacar en la economía española, este es el turismo. Sería beneficioso para nuestro país explotarlo más aún y sacarle el máximo beneficio. También sería beneficiosa una mayor inversion en educación y nuevas tecnologías para intentar colocarnos en una situación más ventajosa en relación con otros países de la Unión Europea. Pero claro, esto no será posible si no se flexibiliza el mercado de trabajo y , por supuesto, si no se reducen algunos costes innecesarios en los que se sigue incurriendo nuestro país, como son subvenciones a partidos políticos y sindicatos, sueldos a funcionarios o dobles cargos para políticos. En definitiva, creo que lo que verdaderamente España necesita es un cambio radical en su Gobierno y su forma de actuar.
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